China: una cultura sin igual
China es una civilización con historia, tradición y significado, que en muchas ocasiones nos ha dejado asombrados con su ingenio y destreza.
China es una civilización con historia, tradición y significado, que en muchas ocasiones nos ha dejado asombrados con su ingenio y destreza.
Al ver esta cultura milenaria, nos damos cuenta de que realmente “todo se ha inventado en China”; una afirmación osada, pero genuina. Si observamos el panorama, tendremos que admitir que, en muchos casos, los grandes genios de la historia lo que hicieron fue perfeccionar, corroborar o comprobar la concepción de los descubrimientos, pero, mucho antes, los chinos ya habían descubierto tal elemento. Para esta afirmación tenemos miles de ejemplos, entre los que podemos nombrar:
- La inducción electromagnética
- La fotosíntesis
- Los principios básicos de la respiración y de la circulación
- La pólvora
- El submarino
- La guerra con gas
- El cohete
- Las conservas
- Los abonos
- El correo
- El papel
- La imprenta y la impresión a color
- Los principios del motor
- La centrifugadora
- El uso del gas natural y del petróleo
- Las turbinas
- El cepillo
- Las esclusas
- Los puentes colgantes
- Las telas e hilos de seda
- Los sondeos subterráneos de gas, petróleo y sal
- La brújula
- Los principios fundamentales del computador (el ábaco es el nacimiento del computador y es chino)
- La moneda en papel y metálica
- Casi todos los sistemas de medición
- La raíz cuadrada en matemáticas
- El reloj
- El sistema decimal
- La esterilización
- Las vacunas
- Los barcos en general, con sus pisos y divisiones
- Las yuntas de animales y todo el arado asistido
- Los estribos y elementos de montar
- El helicóptero
- El motor hidráulico
- El paracaídas
- El timón
- El ajedrez
- Las cartas de naipe
- La plancha para alisar ropa
- La sombrilla
Los anteriores son apenas unos cuantos del sinnúmero de inventos y descubrimientos que demuestran, sin tapujos, la grandeza de una raza que fue mandada a la Tierra para traer los regalos del cielo.
Un evento especialmente llamativo, que aún trae recuerdos gratos de esta cultura, fue la bellísima inauguración de los juegos olímpicos del 2008. Allí se destacó la sensibilidad, la elegancia y la sincronía de todos los participantes; personas que le metieron el alma para dar a conocer detalles de su milenaria civilización. En este inolvidable suceso, los chinos nos sorprendieron con fuegos artificiales gigantescos y con una rutina maravillosa de tambores tradicionales que tocaron conteos de persecución a la manera del fou antiguo, para luego pasar a un sobrecogedor espectáculo de pólvora en forma de pisadas gigantes. Fueron exactamente 29, que en China significa “agua sobre agua”, pero, más profundamente, es el hexagrama del poder del corazón y la verdad. Terminados los 29 pasos, comenzó una bellísima coreografía con música pentatónica oriental.
En el evento se hizo una especial referencia al número 8; un número de relevancia para esta cultura, ya que, para los chinos, representa el agua sobre la tierra, el hexagrama Pi, la unión permanente, la solidaridad, y es el equilibro de la unión; la solidaridad, la fuerza del grupo, la formación de las columnas que sostienen el éxito.
El evento continuó con más danzas tradicionales y un espectáculo de dibujos con tinta (también un invento chino) sobre pergaminos gigantes. Se dibujaron tradicionales trazos, muchos a la manera del Tao antiguo. El espectáculo de las marionetas de Pekín nos recordó la importancia de esta cultura en la navegación marítima; la coreografía fue perfecta, como todo lo demás del espectáculo.
Pero, tal vez, lo más hermoso de la inauguración fue el grupo de 2.008 personas que hicieron, en ritmo perfecto, un resumen del tai chi viejo y del nuevo, en una mezcla parecida al boxeo y al tai chi tradicional. Pudimos ver el tai chi yang, que es el más popular; un poco del tai chi chen, que es el más antiguo, y un poco del tai chi sun. Recordemos que el tai chi es un sistema de fluido energético del cuerpo, nacido en China (aún no se ha establecido hace cuántos años).
En definitiva, este evento, además de hermoso y sorprendente, nos demostró el gran trabajo, creatividad, sincronía y disciplina de una gran nación que nos quiso contar cómo todo inicia con el poder del corazón y de la verdad. ¡Absolutamente inolvidable!