Las misteriosas caras en Perú
En Perú existe un misterio tan particular, que la ciencia no lo ha podido aclarar: se trata de un extraño fenómeno de rocas que ocurre sobre una meseta.
En Perú existe un misterio tan particular, que la ciencia no lo ha podido aclarar: se trata de un extraño fenómeno de rocas que ocurre sobre una meseta.
Existen muchos elementos curiosos de este fenómeno: primero, que ocurren en Marcahuasi, que en quechua traduce “Puerta hacia el segundo piso”; segundo, que las piedras que se observan allí no son comunes, tienen formas muy particulares. Entre estas encontramos una en forma de esfinge que ha tomado el nombre de Piedra de las luces, ya que, dependiendo de la hora, la iluminación y del día, se ven diferentes razas en los rasgos humanos.
Las caras que vemos en las rocas de Marcahuasi son monumentales, los arqueólogos no se atreven a comentar sobre su origen o manufactura, ya que los análisis de carbono 14 que se han realizado arrojan resultados que, simplemente, parecen ilógicos.
Si es desde una vista aérea, se observan dos grandes rostros tallados en las cimas de dos colinas, tan detallados, que recuerdan al rostro que encontraron en el valle de Sidón, en Marte. Esto, claramente, no es una coincidencia.
Existen tantos rostros en las piedras de Marcahuasi, que no es posible explicarlo como un fenómeno natural ocurrido por casualidad. Y lo curioso es que hay caras con rasgos egipcios, otras con rasgos babilónicos y otras que parecieran de la misma colección china de los Guerreros de Terracota. Pero ¿cómo es esto posible?
Nadie sabe nada de Marcahuasi, apenas se oyen las historias de los viejos: “Una raza de luz, muy gigante, que llegó del cielo en bolas de fuego, eran muy grandes y barbados, idénticos a Viracocha, probablemente, sus hermanos”.