Pensar en mujer
Cuando pensamos en mujer, nos imaginamos a aquellas que nos rodean, nuestras madres, abuelas, hermanas, tías, primas o amigas. Aquellas mujeres que hacen parte de nuestra existencia.
Las mujeres, en sí, son la extensión de ese pedazo cósmico del eterno femenino; la mujer es la inteligencia viva de la Madre Tierra.
La mujer, la madre, son esa fuerza femenina presente en todo, en lo sagrado y en lo humano, es identificada con casa, hogar, cueva, útero y orden. Esa fuerza femenina es increíble, constante, callada, presente en todo, pacífica, firme, disciplinada, dedicada, sagrada y custodia.
Más allá de cualquier amenaza de herejía, existe en la tradición de todos los pueblos la figura santificada de la madre. En nuestra tradición es la virgen María. Ya sea bajo este nombre, o Isis, Tonantzin, Shakti o Radha, la mujer es esa fuerza que mantiene viva la creación en el cosmos.