Acerca de la muerte
En muchas ocasiones hemos hablado acerca de la muerte y, mientras que muchos consideran que es triste y melancólico, la verdad es que es un tema hermoso, y conocimiento crucial para vivir la experiencia.
La muerte, que sigue siendo un aspecto desconocido para la mayoría de los seres humanos, es un tema que ha sido investigado por seres especiales, no solo con su videncia, sino también con la memoria supranormal y con la instrucción de los grandes guías, quienes están encargados de custodiar y de ofrecer una pauta en el proceso de desencarnación.
Los budistas tibetanos, por ejemplo, conocen el tema a fondo, los náhuatl de México y Guatemala saben de la muerte y sus misterios, también los muinanes amazónicos; son los guardianes de la memoria en los tiempos de la depresión espiritual.
Quien ha despertado conciencia puede desdoblarse, ver y oír cómo desencarnan las almas. Es un proceso mental, espiritual y de la memoria, es como un gran ciclo que tiene cortes.
Ahora bien, hay una pregunta que muchos se hacen: si todo lo anterior es como un ciclo, siendo la muerte parte de este, ¿por qué debemos experimentarla?
Bueno, la respuesta es que morimos cuando culminamos un pequeño ciclo evolutivo. Si pudiéramos compararlo, podríamos decir que es como si termináramos un semestre escolar o universitario. Al culminar el periodo, debemos entregar notas y resultados, pasaremos algunas evaluaciones y otras las perderemos. Pero, aun acabando este semestre, nos falta el resto de los periodos escolares o semestres universitarios.
En el mundo material, todo es por etapas, por procesos y tensiones espirituales. Nuestra mente está condicionada por el ego, es imperfecta y está en constante formación. El alma necesita cambiar de vestido para enriquecer su visión consciente sobre el cosmos y el Ser.