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La existencia de la 4a Dimensión

Posted on05/04/2017 by

Existe un mundo aquí y ahora que en nuestro normal estado de conciencia no podemos percibir: un mundo que se desarrolla en paralelo a este mundo material; un espacio y tiempo que transcurren en la misma realidad, pero que al pertenecer a estados sutiles, tienen distintas leyes y se rigen por normas que no podríamos comprender con facilidad. Existe la dimensión paralela o astral o Cuarta dimensión o dimensión del tiempo, un universo mucho más habi

Existe un mundo aquí y ahora que en nuestro normal estado de conciencia no podemos percibir: un mundo que se desarrolla en paralelo a este mundo material; un espacio y tiempo que transcurren en la misma realidad, pero que al pertenecer a estados sutiles, tienen distintas leyes y se rigen por normas que no podríamos comprender con facilidad. Existe la dimensión paralela o astral o Cuarta dimensión o dimensión del tiempo, un universo mucho más habitado que el mundo físico.

¿Pero existe realmente una comprobación científica que evidencie la existencia de esta realidad paralela?

Desde hace muchos siglos yoguis, monjes de la India, santos y maestros han hablado de la existencia de la dimensión del tiempo, han hablado de sus experiencias extracorpóreas, del desdoblamiento, del acompañamiento de otras presencias o del hecho de poder estar en más de una parte a la vez: Situaciones de los mundos suprasensibles. Desafortunadamente al ser narraciones contadas desde la experiencia personal no fueron tomadas como reales o científicamente posibles.

De hecho en nuestra historia encontramos con otro grupo de personas que se dedicaron a hablar de la 4ta dimensión, en clave, y a hacer experimentos sobre sus teorías: Los alquimistas. Entre ellos podemos destacar a grandes personalidades como Basilio Valentín, Nicolás Flamel, Paracelso, María la Judía,  Raimundo Lulio, Yabir y Al – razí. Ellos se refirieron permanentemente a la cuarta dimensión, al paso de sustancias a otras coordenadas, hablaron del perfil espiritual de los trabajadores de la alquimia y de los poderes sobrenaturales de quienes saben de esta disciplina.

Los monjes tibetanos, en su larga preparación para el Bardo, nos hablan también de esta cuarta dimensión, un estado en el que podemos ver diez veces más que en el mundo físico, una dimensión en la que pareciera que los colores hablaran, en la que los colores y el espacio se movieran, un mundo en el que los pensamientos adoptan formas y en el que los defectos toman perfiles y energías horribles.

Acercándonos más a nuestra actualidad encontramos científicos de gran renombre que han estudiado conceptos de Magnitudes, de Dimensiones y de Fuerzas y que han llevado la teoría al campo de experimentación. Uno de estos grandes científicos fue Albert Einstein, quien por ejemplo, instaló en un modelo matemático la existencia de la dimensión del tiempo o cuarta dimensión y habló de mundos paralelos y de los vórtices, desde el punto de vista de la física. Como él han existido y siguen existiendo personas de gran talento dedicadas a este estudio y que gracias a sus esfuerzos se ha llegado a conclusiones como la “unificación de campos y de fuerzas”, se comprobó en química que las teorías de la “transmutación” de los elementos sí es posible y se hicieron comprobaciones de la “teoría de la relatividad y de la dilatación del tiempo”. La ciencia se ha maravillado con los experimentos de destrucción y trayectoria de partículas atómicas y moleculares, que de alguna forma han establecido estos fenómenos como er irreversibles, pero que crean un registro.

Una de las comprobaciones más trascendentes de esta época es que la Memoria no es solo propiedad exclusiva del cerebro, como se pensaba antes, sino que existe en el ADN de cada uno de nosotros. La humanidad sabe que la memoria biológica del ácido desoxirribonucleico es indiscutible y que en sus moléculas se guarda también un secreto, incluso de tendencias mentales. Esto se menciona desde hace miles de años en los libros sagrados, donde se precisa que la memoria hace parte de cada partícula elemental del universo y de nuestro ser.

Científicos y astrónomos de todo el mundo, han quedado perplejos al descubrir que una estrella o una galaxia, millones y millones de veces más grandes que nuestro pequeño planeta, desaparecen ante sus ojos después de que son “tragadas” por un agujero negro. Se han generado cantidad de teorías sobre este tipo de suceso, llegando de manera unánime a la conclusión que existen dimensiones paralelas en las que la estrella o la galaxia pasa lentamente a otra coordenada. Lo plantean como lo más novedoso de la física, siendo que desde hace miles de años en los libros sagrados aparece este mismo conocimiento.

Como ésta existen muchas otras teorías que se han instaurado y que realmente son la comprobación de lo que antes era considerado como magia.

Mientras tanto todos los seres humanos nos desdoblamos en las noches, unos de manera consiente y otros no. Cada vez más vemos cómo los sucesos paranormales son aún más recurrentes, como lo son los avistamientos de ovnis que por miedo preferimos negar su existencia. Afortunadamente ya físicos de todo el mundo están comenzando a unir el conocimiento espiritual antiguo con la física y con la astronomía, ya se está hablando del híper–espacio y de la híper–geometría, dándonos cada vez más luces frente a toda esta realidad. Definitivamente grandes avances para nuestra humanidad.


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