¿Cómo se despierta conciencia y se alcanza la felicidad?
Normalmente, cuando hablamos de felicidad, pensamos en la realización de pasar la vida con el ser amado, cumplir un sueño o alcanzar fama y riqueza, entre otros. Lastimosamente, esto es mucho más limitado al verdadero potencial del ser humano, sobre todo, al pensar que la felicidad es algo tan pequeño y transitorio como algunas de las ideas anteriores.
El ser humano solo es feliz cuando es consciente y evolucionado.
Para despertar la conciencia y, por lo tanto, ser feliz, es necesario trabajar, y este trabajo es especialmente duro, y necesita constancia, determinación y mucho autoestudio. Despertar conciencia es arduo, no es un proceso fácil y, definitivamente, no tan sencillo como recitar algunas oraciones de memoria y postrarse con falsa devoción.
Es importante entender que así se tenga un hogar estable, una pareja cariñosa e hijos responsables, somos felices y que “¿qué más le podemos pedir a la vida?”. Estos momentos de alegría son bellísimos y, sí, debemos estar agradecidos, pero la felicidad no llega hasta ahí: cada uno de nosotros debe buscar la iluminación y el despertar de la conciencia.
Cuando no existe una vida espiritual, cuando no hay una experiencia de conciencia, cuando no sabemos nada acerca de la evolución, hay un gran vacío en el corazón. Probablemente estemos bien físicamente, pero es más importante el espíritu y, en tanto no llenemos ese requisito, nunca alcanzaremos la verdadera felicidad.
Ahora bien, ¿cómo logramos la verdadera felicidad? Debemos evolucionar y despertar conciencia, y para esto necesitamos seguir cuatro puntos fundamentales, que más que deberes de todo ser inteligente y sensible, son actos de amor para consigo mismo y con los demás. Son guías que están escritas en nuestro corazón desde niños y son el secreto de la iluminación:
- La meditación, que es la herramienta principal de nuestro progreso.
- La transformación mental de nuestros errores, que nos hace merecedores de la iniciación en los misterios de la vida y de la muerte.
- El manejo correcto y consciente de las energías naturales puestas a nuestra disposición, que es la síntesis del trabajo para el desarrollo interno y es la pauta general del trabajo espiritual.
- La comunicación del conocimiento sagrado a los demás, que es nuestra misión permanente de amor.
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