Información y cambio: la nueva era
Todos sabemos que el cambio y la incertidumbre, en general, produce temor y reparo en la mayoría de los seres humanos, y que este miedo los vuelve susceptibles a ser manipulados.
Cuando se acercaba el año 2000, comenzaron a aparecer todo tipo de grupos y guías que hablaban del fin del mundo, que Dios, o algún desastre, destruirían la Tierra como la conocemos. En esa época se alborotaron las amenazas, las predicciones, los miedos, los chantajes, los anticristos, los satanismos y todo aquello que signifique manipulación y manejo del poder por lo incierto y por lo desconocido.
Más de veinte años después, sabemos que fueron solo amenazas, que el mundo no se acabó y que el apocalipsis no llegó.
Pero esto no es nuevo, las crónicas de la historia nos indican que en el año 1000 ocurrió lo mismo (obviamente, guardando la diferencia de cantidad y calidad): los mismos miedos, los mismos profetas de tercera con ánimo protagónico, y también se dijo que el mundo se acababa, pero no ocurrió.
Los astutos manipuladores, tanto hace más de mil años como para el año 2000, se atribuyeron la salvación del mundo diciendo que, gracias a sus oraciones, Dios nos había perdonado a todos. Este es el manejo de siempre, pero, a pesar de haber sido crédulos e inocentes con toda esa manipulación, la verdad siempre sale a la luz, y nos damos cuenta.
Es indudable que estamos pasando un gran momento de cambio, que vivimos en una época de vibración distinta, cuando la comunicación evoluciona a pasos vertiginosos y, con ella, una transición contundente.
Estamos en un momento en el que el ser humano, mucho más que nunca, está volteando sus ojos al Ser. Por esta razón es el ansia de encontrar la verdad, la gente sabe en lo profundo de su corazón que hay algo más allá de lo que apenas ve, algo que contempla otras dimensiones y otros mundos, que, por atraso e ignorancia, no se han revisado. La gente del mundo moderno es inteligente e intuitiva y sabe que hay algo más allá de la materia.