Contacto con inteligencias extraterrestres

Hace ya varias décadas, en un diciembre, el fallecido Dr. Carl Sagan, uno de los grandes genios de nuestros tiempos, presentó un informe secreto a la agencia espacial norteamericana en el que concluía que la humanidad debía estar preparada para recibir la visita de seres del espacio.

Una de las evidencias más contundentes que nuestra humanidad ha experimentado es el incidente de Roswell, en el año 1947, donde una nave extraterrestre se estrelló en la zona. Los testigos, y funcionarios que trabajaron en el caso, más el pequeño ejército encargado de recoger los escombros atestiguaron que era una nave tripulada.

Nunca, como en este caso, los organismos estatales han presentado respuestas tan contradictorias ni explicaciones tan absurdas. Han dicho que fueron gaviotas, globos meteorológicos, bengalas, cohetes fallidos y hasta aviones pequeños no tripulados.

La última versión que se tuvo sobre este incidente afirmaba que las figuras humanoides observadas como tripulantes de la nave eran realmente muñecos de prueba militar, lanzados al espacio para corroborar la existencia de capas comunicantes de sonidos y con otros fines de espionaje.

Claramente, tras hacerse pública esta versión del incidente, surgieron grandes olas de crítica frente a la incongruente explicación.

Y es que, al hablar de vida extraterrestre, surgen grandes miedos, de orden religioso, social y cultural.

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