La observación de la llama de las velas de Ghî es relajante e induce al descanso y a la meditación. La forma que produce el fuego de Ghî tiene el poder de concentrar la mente en un solo punto y estimular el poder creador de las fuerzas elementales de la naturaleza. Su llama es relajante por lo que puede usarse como acompañante habitual para la meditación.
Las velas de Ghî son muy antiguas, su origen se remonta a los místicos pueblos Vedas que ocuparon las tierras del sur de Asia, las mismas culturas espirituales que crearon los libros sagrados de donde emanan las escrituras más importantes de las grandes creencias religiosas modernas.
Las Velas de Ghî pueden ser utilizadas durante todo el año, la observación de su llama es relajante e induce al descanso y a la meditación. Enciéndalas preferiblemente antes de comenzar una meditación o práctica con elementales, sonidos, mantras y cierres especiales.
La inimitable llama de Ghî es indicada para despejar la mente, reducir la tensión, relajar el ánimo y como excelente preparación para la meditación, plegaria y oración. Su forma tiene el poder de concentrar la mente en un solo punto y de estimular el poder creador de las fuerzas elementales.
Ghî es una mantequilla purificada y clarificada que el momento de su preparación adquiere un particular color dorado característico. Durante el proceso de elaboración, el Ghî es mantralizado, consagrado y depositado en capullos de algodón, convirtiéndose de esta forma en velas.
La meditación es un proceso “natural” del ser humano, similar a comer o dormir, es una metodología que se encuentra escrita en la memoria milenaria y celular de cada persona y de la humanidad entera. Es equivalente a pensar, pero de manera ordenada y concentrada.
La meditación es un recurso extraordinario que siempre nos ha acompañado desde niños, al despertar, al dormir, al reposar o siempre que tenemos una preocupación. Visualice el cambio positivo de su vida, es necesario recordar que en ese momento la concentración aumenta.
Tenga en cuenta que las velas desarrollan altas temperaturas y que su llama tiene un gran alcance, por lo tanto, se deben ubicar sobre superficies estables y refractarias que no puedan salir afectadas con el calor.
Este es un fuego sagrado tradicional, fuente de una llama destinada a concentrar la mente y a ser ofrecida en el momento de la oración, plegaria, meditación, petición, ofrenda o para purificar el ambiente de un recinto.
El fuego o la llama de Ghî, en su profundo significado, tiene la capacidad de evocar las virtudes más relevantes del ser, es un símbolo de conciencia, iluminación, sabiduría, intuición, espiritualidad y de una mente despierta.
Quien medita en la llama de Ghî, adquiere agilidad en la mente e iluminación, factores de gran importancia en todos los objetivos de la vida como lo son meditar, estudiar, solucionar problemas o implementar una idea.
Se pueden emplear preferiblemente antes de comenzar una meditación o práctica con elementales, sonidos, mantras y cierres especiales, siempre teniendo en la pantalla mental el más firme propósito.
Las Velas de Ghî son especialmente recomendadas en las fiestas dedicadas a la Divina Madre del Cielo, mencionada bajo cualquier denominación y en las que tradicionalmente son encendidas lámparas, faroles y luces.
El color amarillo pálido dorado, natural del guî purificado, produce en los receptores cerebrales de la concentración tranquilidad y claridad. Tal efecto se une al poder de resolución que confieren los aromas de las flores.
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