Los chakras y el caso particular del Anahat
Los chakras hacen parte de nosotros, nos constituyen. Cada uno de ellos es un resplandor en la columna vertebral, un punto de luz en el cuerpo, que interviene de manera definitiva en el organismo y en la energía.
Pero, algunos se preguntan por qué se conocen y, sobre todo, por qué tienen ese nombre.
Se conocen porque en la tradición de la India siempre se han recordado y los maestros clarividentes siempre han corroborado su existencia y les han dado sus nombres. En China también se han conocido y se han denominado. Los navajos los conocían y los mayas les tenían sus nombres en lenguaje náhuatl.
Todas estas culturas han coincidido en el número de los chakras existentes: siete, aunque hay algunas culturas en las que se nombran nueve. Esto también es cierto. Poco se habla de los dos restantes, por estar relacionados con la fuerza del chakra del corazón y el chakra coronario, inclusive, algunos hindúes antiguos hablan del chakra Soma.
Como mencionábamos, un chakra es un punto de luz que afecta toda la energía y el aura del cuerpo. Es un vórtice energético que mueve y transmuta permanentemente las fuerzas que dan vida y equilibran la unión de los cuerpos del ser humano.
Por ejemplo, el segundo chakra, el Svadhishthana chakra, es el encargado de generar una fuerza indescriptible que une el cuerpo físico con el astral. Esa fuerza es la que muchos denominan «Cordón de plata».
Tradicionalmente, un chakra se representa en un mandala de forma de pétalos de loto, letras sánscritas del manta y una figura geométrica que relaciona la mente con una fuerza determinada. Cuando vemos esta representación de un chakra, automáticamente, nuestra mente se conecta con un poder y una facultad latentes en nuestro interior, pues guardamos desde hace miles de años las guías y los códigos de la esencia espiritual.
El caso particular del chakra Anahat
El Anahat (Anahata), el chakra central, es uno de los chakras clave de nuestro balance, pues es el mismo equilibrio del tiempo y del espacio en la unidad humana. Este chakra, en medio de nuestra estructura, cuenta con tres chakras por debajo y otros tres por encima.
El chakra Anahat está relacionado con dos facultades importantísimas: la ubicuidad y la intuición. Es el chakra de los alquimistas. Por la fuerza de este chakra es que grandes personajes de nuestra historia, como Saint Germain, Fulcanelli o Mahavatar Babaji, podrían estar en distintas partes al mismo tiempo.
Así mismo, el chakra Anahat está relacionado con la realización o cristalización de las proyecciones mentales, reafirma el control de la mente y el recuerdo de la existencia del Ser interior. Por esto mismo, se sabe que es el chakra de la convicción superior o de la fe.
Meditación para activar el chakra Anahat
Primero, debe encontrar un lugar cómodo, donde pueda sentarse con la columna recta en un ángulo de 90° a las piernas. Para esto, es ideal un asiento del comedor, por ejemplo.
Relájese, y con optimismo y disposición, comience la meditación junto con el chakra Anahat:
1. Coloque en su mano derecha, en la palma, la cara principal del Anahat (la que tiene la estrella de seis puntas) y obsérvela durante 20 segundos.
2. Tape con la mano izquierda, dé vuelta, y sobre la palma de la mano izquierda observe durante 20 segundos la otra cara.
3. Tape luego con la mano derecha, y en esta posición ubique las manos a la altura del corazón. Cierre los ojos e inhale profundamente. Piense en una necesidad apremiante que necesite llenar o solucionar, por ejemplo, conseguir empleo. Sin pronunciarlo, diga mentalmente: «necesito conseguir tal empleo». Repítalo 3 veces. Luego, véase en el empleo, véase trabajando y estable.
4. Pronuncie el mantra inscrito en el objeto, de la siguiente manera: «Klimmm». No debe hacerlo con la voz, sino con la mente. Pronúncielo mentalmente 3 veces. Al final, repita mentalmente: «así sea, así sea, así sea» (que es lo que significa «amén»).
5. Abra los ojos, y tenga la absoluta certeza de que, si tiene verdadera fe, puede mover una montaña.
El chakra Anahat puede utilizarse para cualquier proyecto, objetivo o propósito. La energía del corazón es la fe misma, el poder de la realización. Con determinación y con convicción podremos lograr que se materialice.
El Anahat chakra es el centro energético de la emoción superior, es el centro espiritual relacionado con el poder de las manos, por esto, la visualización en las palmas: para hacer circuitos de poder de los ojos, las palmas y el corazón.
Con este poder de proclamación podemos proyectar mejoría para nuestra vida, estabilidad, empleo, amor hacia los demás. Podemos solucionar problemas de hijos y parientes, infundir comprensión y análisis en la mente de los demás para desaparecer las iras, resentimientos y odios. Podemos romper con ciclos negativos, acelerar la solución de problemas demorados, etc.