Meditación de la Luz Azul
Hace un tiempo, al programa de radio nos llegó la narración de una de nuestras oyentes, que relató cómo después de realizar la Meditación de la Luz Azul el cabello se le había levantado y todo el espacio se había iluminado.
A esta querida oyente queremos darle la noticia de que experimentó todo un regalo. Dios, en su infinita bondad, le concedió que ese espacio radial, en el que ella se encontraba, se convirtiera en un canal de comunicación espiritual. Es en estos momentos cuando se genera una fuerza de proyección positiva, que nos hace conscientes y conocedores de los misterios humanos.
Lo bonito de todo esto es ver cómo la evolución nos une, cómo, sin importar nuestra raza, poder adquisitivo, nivel de educación, o cualquier otro factor parecido, lo que realmente nos conecta es nuestro proceso espiritual.
Al momento de cerrar los ojos, y observar nuestro interior, todos somos iguales, todos tenemos la misma posibilidad y tarea; en este momento somos hermanos en la fuerza del espíritu.
Cuando en nuestro programa de radio hacemos una meditación, se forma una cadena mental que une el aura y la mente de miles y miles de personas. Se origina una fuerza unida de la voluntad de muchos. Se une el poder mental de un grupo numeroso de personas, mediante el puente de la voluntad, y se despierta en cada uno de nosotros el poder de emitir y recibir energía.
Ahí, despertamos una fracción consciente y una sensibilidad especial, que puede llegar a transformar vidas.