¿Debemos saber acerca de la evolución?

Es como decir que si dejamos de leer noticias, ver televisión o de informarnos en general acerca de la vida política, podremos estar más tranquilos frente a la violencia y la guerra. No por no saber de ella, o estar enterados, deja de estar presente, de existir.

Cada uno de nosotros está en un gimnasio sicológico de formación mental en el que, cuando nos llega la hora, debemos despertar y ser conscientes. Puede que para muchos el despertar de la conciencia genere una intranquilidad inicial, principalmente, por el cambio, pero luego se dan cuenta de que este es el siguiente paso de la felicidad.

Desafortunadamente, hay muchos que ni siquiera quieren considerar un camino de evolución espiritual, que piensan que porque Dios mandó a su hijo Jesús para nuestra salvación pueden hacer lo que deseen, sin repercusiones.

Jesús es el maestro de maestros y vivió en carne propia todo el misterio del despertar de la conciencia, ofreció al universo su vida para que el hombre comprendiera las leyes de la vida, el amor, la energía y la mente. Su sagrado corazón ama a todos por igual y está conectado a la evolución de toda la raza humana, pero su mensaje se ha desvirtuado con el pasar de los siglos.

Jesús nos entregó su vida, nos impartió el conocimiento del camino y de la vida, y nosotros podemos recibir este conocimiento según el grado de sensibilidad. «El que tenga ojos, que vea; el que tenga oídos, que oiga».

Propiedad intelectual de Hilda Strauss. Todos los derechos reservados ©