Búsqueda de blogs

¿Qué somos?

Publicado en19/01/2021 Por

Puede que en su vida usted ya se haya hecho estas preguntas: ¿qué somos?, ¿dónde estamos? y ¿qué nos espera?

Este puede ser un tema especialmente extenso, pero en este texto nos enfocaremos en la primera incógnita: ¿qué somos?

Somos el resumen de la creación en un pequeño fragmento. Nuestro cuerpo es una máquina perfecta y maravillosa, fabricada con la misma materia prima de la que están hechas las estrellas. Por nuestras venas corre clorofila roja, porque somos naturaleza.

Para muchos, esto puede sonar extraño, hasta absurdo, pero no lo es tanto. Existe una molécula llamada Porfirina, que es un compuesto biológico, complejo en su forma, pero que es la base central tanto de la hemoglobina (sustancia propia de la sangre) como de la clorofila (sustancia principal de las plantas).

Y es que la vida está fabricada únicamente con algunos elementos: cuatro son los más importantes, diez secundarios y otros pocos más. La vida, en un gran porcentaje, está formada por hidrógeno (1), carbono (12), nitrógeno (14) y oxígeno (16), y otros más en menor cantidad.

En el aspecto lumínico, cada elemento tiene un aura única:

  • El hidrógeno tiene aura verde claro aguamarina y en el edificio de la vida significa «unión, atracción, sostenimiento y enlace».

  • El oxígeno tiene un aura de color azul y el ozono (que también es oxígeno) tiene aura aguamarina, por eso, el planeta se ve azul, porque el agua es oxígeno casi en un 90%, aproximadamente. El oxígeno en la vida es comunicación, sensibilidad, unión, orden y caracterización.

  • El carbono, o carbón, corresponde al sostenimiento o esqueleto de la vida, su aura es de dos colores: negra y roja. Es un elemento de movimiento, se encuentra en todas las biomoléculas y en ellas es el armazón central, por tanto, sus funciones son de apoyo, cimiento, configuración, energía y fuego.

  • El nitrógeno corresponde a la máxima actividad energética de la vida y su aura es amarillo oro, por lo tanto, todos los compuestos de nitrógeno (o casi todos) son de este color. El nitrógeno tiene como función acelerar la energía, establecer puntos energéticos concentrados, participar del registro akásico natural, es decir, de la memoria física de la naturaleza, por tal motivo, es parte fundamental de las bases nitrogenadas que forman los genes.

Los seres humanos estamos compuestos, en nuestro cuerpo físico, por estos elementos, además de otros en menor medida. Pero, a pesar de tener la costumbre de ver esos elementos químicos como sustancias inertes, es necesario saber que no es igual el nitrógeno presente en los humanos y las plantas que el presente en los minerales o en el aire. El nitrógeno presente en los organismos biológicos es vivo y contribuye realmente a especializar el campo energético de los diversos organismos.

En el mundo vital, cada ser humano tiene una conexión entre el espíritu y el cuerpo físico. Esta conexión se ha conocido como «cordón de oro», «cordón de plata», «ombligo de Brahma», pero, contrario a su nombre, este vínculo realmente es físico-astral, que no permite que el cuerpo físico sea abandonado sino hasta la hora de la muerte.

En el mismo plano vital somos luz, porque, cuando evolucionamos en el correcto camino de la conciencia, llenamos de luz nuestros fluidos espirituales suprafísicos, encendemos y ensanchamos el aura e iluminamos y habilitamos nuestros vehículos internos. Seremos, entonces, seres crísticos de enorme evolución, sabiduría y poder.

En otros casos, desafortunadamente, también somos sombra, porque si no tomamos el camino evolucionado de la conciencia, nuestros cuerpos internos son opacos, maniquíes de mentes que se mueven como humanos en altos estados de conciencia. Eso somos nosotros en los mundos astral y vital, sin trabajo interno, sin conciencia despierta.

La mente es simultáneamente error y poder. Error, ya lo hemos dicho varias veces, por la figura siniestra del ego, que se interpone en el camino de la cristificación y poder, porque la capacidad para crear y mantener, y ser desdichados o exitosos, reside precisamente en la dimensión mental.

Los demás cuerpos espirituales son aproximaciones a la magnificencia y suprema perfección del Atman o Cristo interno. Son fragmentos de Dios en nosotros, partículas del cosmos perfecto que nos indican y recuerdan la divina procedencia del hombre, y, por último, somos también espíritu divino, la llama preciosa que nace de nuevo, por segunda vez.

Cuando somos trabajadores, atletas del espíritu, ese superátomo de conciencia es Cristo. Cuando llegamos a Él, vemos que nada existe, que todo es ilusión, que lo único real es Él.

Eso somos, somos Él, y también somos su sueño. Esta vida es una ilusión, donde Él se crea a sí mismo.


 


Propiedad intelectual de Hilda Strauss. Todos los derechos reservados ©

Artículos relacionados

Skandhas, Los Recipientes del Ego

PorHILDA STRAUSS 25/03/2023

Análisis de la Virgen de Guadalupe

PorHilda Strauss 18/10/2022

Remedio natural para un tic facial

PorHilda Strauss 14/10/2022

Crema Aclarante con Vitamina C

PorHilda Strauss 08/10/2022

Qué es un talismán

PorHilda Strauss 05/10/2022

Pirámide de Visoko

PorHilda Strauss 02/10/2022

Equinoccio de otoño

PorHilda Strauss 29/09/2022

Menú

Ajustes

Ajustes

Compartir

Crear una cuenta gratuita para usar listas de deseos.

Iniciar Sesión