Almas en este planeta

Estos son interrogantes que muchos se han planteado, y la respuesta del aumento de la cantidad de almas encarnadas se encuentra en estas dos razones principales:

1. Existen otras dimensiones paralelas a la nuestra en las que habitan almas que deben encarnar en un futuro o que están de tránsito de encarnar en otros planetas. Todas las almas existentes no podrían encarnar al mismo tiempo, pues se generaría un problema demográfico gravísimo. Pero la naturaleza es sabia: apenas comienza a crecer el número de habitantes del planeta, aparece una preocupación por el control natal, las personas tienen menos hijos y suceden tragedias como guerras o enfermedades que buscan el eterno balance.
   
   
2. Nosotros no somos los únicos habitantes de este universo. Aunque lo desconocemos, existen en el vasto cosmos un sinnúmero de sistemas solares, unos pequeños y otros gigantes, que están habitados de pequeñas existencias de vida o con civilizaciones increíbles, tan avanzadas, que se hallan en otros planos.

Las almas de todos estos habitantes, incluyéndonos, viajan por el universo con el único fin de convertirse en seres de luz, encarnando en muchos planetas, durante periodos de tiempo relativamente extensos.

Nuestro planeta es como un gimnasio de formación acelerada, un lugar donde coexisten simultáneamente estados espirituales elevados y estados inferiores de evolución, seres crísticos superiluminados y verdaderos demonios encarnados.

Nuestro planeta está lleno de almas provenientes de esta y otras galaxias y cohabitan aquí y en otros lugares cercanos. En una dimensión, un tanto superior, existe una cantidad de almas suficiente para quintuplicar la población actual, pero en todos los rincones del universo hay un mecanismo equilibrador que impide la superpoblación desordenada, guiado por inteligencias superiores y por la presencia del Altísimo en todo momento.

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